Calabaza al horno

Este platillo es muy fácil de hacer y es delicioso. Se puede comer frío o caliente, como botana o como parte de una cena de meze o tapas. También se puede usar para una pasta con queso feta y romero (en un futuro prometo añadir esa receta) o como acompañante para alguna carne.
Si eres Latinoamericano o Español es probable que no te parezca muy apetitosa pues nos educaron como carnívoros férreos y cualquier verdura es alimento de conejos y nunca es digna de tanta preparación. Sin embargo te recomiendo que la pruebes, todos mis amigos que la han probado la devoran.


Es mejor usar la curcubita moschata pero también sale muy rico con la calabaza de Castilla (la que se usa para hacer calabaza en tacha). Al hornearse, la cáscara de la calabaza se carameliza un poco con la mezcla del aceite y sabe deliciosa. Sin embargo ten cuidado de no comerte la cáscara si tu calabaza no es orgánica. Necesitarás un muy buen cuchillo para cortar la calabaza en tiras, si no tienes unos pídele a tu marchante en el mercado que te la corte en tiras.
El ingrediente que puede ser difícil de conseguir en México son las semillas de cilantro. Búscalas en tiendas dónde vendan productos de cocina india aunque es un ingrediente que también se encuentra en ciertas cocinas europeas.

Si tu horno es grande te recomiendo que aproveches el gas a lo máximo y hornees otro platillo.

Ingredientes

° 1 calabaza grande o dos medianas
° 2 cucharaditas de semillas de cilantro (de preferencia molidas)
° 2 cucharaditas de orégano seco
° 2 chiles rojos secos tipo peperoncino, si no los encuentras completos puedes usar dos cucharaditas de hojuelas de chile seco (no piquín)
° 1 cucharada de sal
° 1 cucharada de pimienta fresca molida
° 1 diente de ajo picado finamente
° 2 cucharadas de aceite de oliva

Método de preparación

1 Precalentar el horno a 200° C.

2 Lava la calabaza y córtala a la mitad. Saca las semillas con una cuchara y ponlas a remojar en agua con sal. Sepáralas bien de los hilos de pulpa y ponlas a secar en papel encerado. Corta cada mitad de la calabaza en cuatro partes. Cada pieza debe de tener unos 2.5 cm de ancho. Si usas una calabaza de Castilla lo mejor es cortar cada mitad en mitades y cada cuarto en tres o cuatro partes.



3 Pon todas las hierbas en un mortero y muélelas con la sal y la pimienta hasta que tengas un polvo fino. Agrega el ajo picado y muélelo con las hierbas. Vacía el contenido del mortero en un recipiente de vidrio pequeño y agrégale el aceite de oliva mezclando bien todo. Si no tienes mortero puedes poner todas las hierbas y el ajo picado muy finamente en el recipiente con aceite de oliva y dejarlo reposar por unos 15 o 20 minutos.

4 Embarra un poquito de la mezcla a cada pedazo de la calabaza y acomoda los pedazos en una charola para hornear con la cáscara hacia abajo. En otra charola pon el papel encerado con las semillas de calabaza y agrégales un poco de sal (no importa si todavía no están secas del todo.

5 Hornea la calabaza y las semillas por 30 minutos o hasta que la calabaza este cocinada (pínchala con un tenedor o palillo, si la puedes pinchar fácilmente tu calabaza está lista). Las semillas se pueden comer como botana.